A las afueras de la mirada
Una pintura en la que es esencial la veladura, ese proceso que, según el psicoanálisis, desencadena el deseo, pero también encarna el ídolo de la ausencia.
Extremadamente sutiles. La estética misma deja de pertenecer al ámbito de los sentidos y profundiza desde el reino de lo que se ve.
Como si se tratara de entender el arte cual búsqueda espiritual y no solo un cauce comunicativo.
Obras que dejan al que la contempla en ese territorio imaginario de la posibilidad de activar sus experiencias más sutiles.
(Fragmentos de una crítica de Fernando Castro Flórez)
VICKY HERREROS
A las afueras de la mirada.11.01.2001 – 10.02.2001
Se necesita de la penumbra para verlos.
Los cuadros de Vicky Herreros tienden a entorpecer la mirada, a confundir su perspectiva o a forzarla a un aprendizaje que le resulta odioso.
El ojo apenas alcanza a distinguir lo que el cuadro presenta.
Su tenue condición, su levedad le lleva incluso a absorber las sombras de su entorno.
A veces la sombra que está en el cuadro sólo con dificultad se distingue de la sombra que sobre el propio cuadro azarosamente se proyecta.
Una especie de lógica de la ceguera.
Vicky Herreros opta por velar directamente el cuadro. Con sus velos dificulta la visión a la vez que permite la mirada. Pero obligan a la mirada a intuir, a traspasar el velo, más allá de la mirada misma.
El velo entonces posibilita la visión a la vez que la entorpece, vela en tanto revela y devela.
Hay entonces en la obra de Vicky Herreros una especie de anestesia visual.
La pintora exige entonces a la pintura que deje de ser un juego de meras sensaciones visuales, para pasar a ser un juego de emociones y sentimientos. “Tiene más que ver con el camino de la emoción que con el de la razón” -afirma la artista-., que se deje por esa emoción interior que busca. Por el contrario hay en ella una aproximación sistemática a esa visión.
La pintora difumina sus lienzos con un aerógrafo, que se persigue conectado a un potente compresor industrial.
Sólo un acercamiento sistemático a esa visión interior permitiría un trabajo semejante. Su constancia obtiene fruto.
La pintura permite entonces finalmente ver más allá de los límites de lo visible.
Miguel Cereceda